Turismo 5.0

Estuvimos presentes en este evento virtual, durante el Panel relacionado al Turismo de Naturaleza. Allí hablamos acerca de los Baños de Bosques y el Turismo Regenerativo, exponiendo las razones por las cuales un viaje puede resultar sanador.

 

 

Entrevista para «La Otra Mirada»

Estuvimos compartiendo nuestra actualidad con Manuel Sierra, que desde Contracuadro, realiza estas entrevistas llamadas «La Otra Mirada». Un placer compartirlo!

Sanamos viajando ¿O viajamos para sanar?

La necesidad de permanecer en un mismo sitio por mucho tiempo es una de las consecuencias que nos trajo la pandemia, a veces forzados por la situación y a veces como medida autoimpuesta de preservación. Esto nos posiciona en un lugar distinto, ante la idea de volver a viajar, diferente al de épocas pretéritas, ya sea como necesidad imperiosa de volver a encontrarnos con los afectos ahora distantes, sea la de escaparnos de los lugares de aislamiento, o bien para recuperar la salud física y mental, forzada por tanto encierro.

Me resultó llamativa la repercusión que tuvo el artículo anterior al presente, donde proponía vernos como un Sistema dentro de un Sistema Mayor (la Naturaleza) y gracias a los muchos intercambios producidos, me animo ahora a dar un paso más en el análisis e intentar reflexionar sobre nuestra postura como profesionales del Turismo, cuando imaginamos el potencial sanador de los viajes, y del contacto con los espacios naturales.

* Noticia vinculada: https://seraustral.com.ar/2021/05/16/somos-un-sistema-que-forma-parte-de-otro-sistema-mayor/

Entre otros, el mensaje que me enviara el Dr. Roberto Vitale de Bariloche, me alertó sobre lo similar a la visión que él está proponiendo sobre la capacidad de encontrar salud en los cambios de hábitos que debieran llevarnos a vivir en un estado más cercano a los ciclos naturales del organismo (Sugiero leer “Tu salud en tus manos” o ver el video “Los biorritmos y la Naturaleza, su impacto en la vida cotidiana”).

En muchas oportunidades, encontramos propuestas de “turismo de salud”, que incluyen un viaje y estadía, con turnos en diferentes consultorios y agendas previstas que abarcan dietas y ejercicios. Yo llamo a esto, “turismo de tratamientos”. De acuerdo a las definiciones formales que aparecen en la web, el Turismo de Salud es aquel que organiza encuentros con médicos especializados, que permiten acceder al “paciente” a una serie de tratamientos que por una cuestión de precios relativos o prestigio del médico o la institución a la que concurrirá, prefiere hacerlo en un sitio diferente al de su residencia. La pregunta surge de manera obvia.

¿A qué llamamos entonces “Salud”?

A un estado de bienestar natural, carente de desequilibrios que modifique la armonía del organismo, diría yo. Pero si nos guiamos por las definiciones encontradas, “salud” sería lo anhelado por aquel que sufre del desequilibrio o la desarmonía necesaria para una vida plena, y busca en consecuencia un tratamiento a través de un viaje. (Qué es turismo de salud: https://www.turespacio.com/turismo-desalud/)

De ser así, el Turismo que se desarrolla en áreas naturales, y que permite al viajero RE-CONECTAR con su esencia, y equilibrar sus energías, no podría llamarse TURISMO DE SALUD porque carecería de los consabidos turnos y tratamientos. ¡Toda una contradicción!

Traigo esta reflexión para advertir que el poder sanador de la Naturaleza va más allá de la capacidad que tienen las tecnologías de punta o los especialistas en determinadas áreas de la medicina tradicional. En nuestra sociedad occidental buscamos particionar todo lo más posible, para pretender clasificar y ordenar, de allí que en la profesión turística encontramos conceptos como Turismo Cultural, Turismo Gastronómico, Activo y otros. Esto nos verifica la relación con actividades que están relacionadas a los Viajes, y que el Turismo permite potenciar, siendo un vehículo dinamizador.

Necesitamos vivir en SALUD, más que sanarnos,

Y esto se acentúa dentro del actual contexto global, donde transitamos un tiempo que dejará huellas profundas en el cuerpo emocional de la humanidad, donde el inconsciente colectivo registrará el reflejo del encierro y el temor vivido.

Es por ello, que hay que hacer el intento de lograr acceder al conocimiento que ya poseían nuestros ancestros en temas que sabían desde siempre, para que vuelva a nuestro cotidiano andar, permitiendo salirnos del ciclo consumista atado al CRONOS (tiempo cronológico lineal, siempre escaso) y entrando de una vez al ciclo virtuoso y circular del KAIROS (el tiempo real, sincrónico, siempre abundante), que nos dará otra oportunidad de relacionarnos con los elementos que nos rodean y constituyen.

Al caminar por un BOSQUE entramos en contacto con el aire puro, perfumado de esencias. Percibimos el agua nutriente, incluso en la humedad ambiente. Sentimos el calor proporcionado por el sol, que permite la constante RECREACIÓN de los ciclos vitales. Escuchamos los sonidos de seres que habitan el entorno y de ramas y hojas que se mecen con el viento.

Formamos parte de todo eso, estamos constituidos por los mismos elementos y compartimos esta casa común que nos alberga. Nuestra presencia como seres humanos plenos dentro de este contexto debe permitirnos alcanzar la claridad suficiente como para saber que la NATURALEZA, así como nos ayudará a superar estos momentos críticos, nos permitirá encaminar individualmente una RELACIÓN constructiva y positiva, si nos permitimos fluir y dejarnos penetrar por la SABIDURÍA ANCESTRAL que permanece allí en resguardo, disponible para los atentos VIAJEROS que se animen a recuperar MEMORIAS.

Promover estos viajes, que conecten a los ciudadanos urbanos con espacios potentes, prístinos, ricos en biodiversidad, y hacerlo con seguridad, conocimiento y profesionalismo, nos posiciona como vehículos de oportunidades nuevas y nos permite encontrar una actividad que además de ser entretenida, lleva al visitante a enriquecer su experiencia de vida y dar espacios de intercambio que nutren también a quien realiza el servicio. Este es el TURISMO SUSTENTABLE que ofrecemos y compartimos. Está en cada uno poder elegirlo.

Bio

Fabián Piqué Trabaja en Turismo desde hace más de 30 años, es Geógrafo y Coach. Fue Agente de Viajes y se especializó en de Desarrollo Sustentable, desde que decidió cambiar de vida, pero no de profesión, llevando su lugar de residencia de Buenos Aires a Bariloche, en la Patagonia Argentina.

La proximidad con la Naturaleza aceleró la posibilidad de trabajar como Consultor con empresas y emprendedores que buscan desarrollar negocios basados en una Gestión Sustentable, respetando el ambiente y relacionándose positivamente con la comunidad local. Fue Docente de la Universidad Nacional de Río Negro, trabajó como Capacitador del Ministerio de Turismo de la Nación, viajó por Latinoamérica dando charlas acerca de Argentina, y también es Auditor del Programa de Certificación que valida Hoteles Sustentables en nuestro país

EL PODER SANADOR DE LA NATURALEZA

Somos un sistema que forma parte de otro sistema mayor

Un Sistema que forma parte de uno Mayor 

Somos un Sistema, que forma parte de un Sistema Mayor. Nuestro organismo humano es un SISTEMA (*) consciente, tiene una coherencia, una lógica, sobre la que sucede el funcionamiento normal (que llamamos estado de SALUD) siempre y cuando no se vea distorsionada la fluidez, sea por episodios internos o impulsos o factores externos.

La vida cotidiana en ciudades y el alejamiento del estado natural rompe con el ciclo circadiano, que regula nuestro ritmo interno, distorsionando la operatividad eficiente que logramos como especie a lo largo de generaciones. El escaso tiempo dedicado al descanso y la contemplación hace que luego forcemos los procesos respiratorios y digestivos, postergando muchas veces también la actividad física regular, requerida para dinamizar nuestro organismo.

El TURISMO como actividad social y económica, sucede habitualmente durante los períodos dedicados al ocio o las vacaciones. En este caso podemos, elegir quedarnos en casa o viajar, trasladándonos y alojándonos en lugares diferentes al de nuestra residencia. Si hacemos esto, nos convertimos en turistas.

¿Y para qué vamos a otro sitio? A veces para encontrarnos con afectos, familiares, amigos. Para divertirnos, conocer nuevos lugares, o bien para ejercitar la recreación. Justamente esto último es lo que permite relacionar al turismo con la SALUD. Porque RE–CREACIÓN es VOLVER a CREAR.

Pero atención: la sola actividad turística puede ejercer diferentes influencias en quien viaja. Incluso puede sumar situaciones estresantes, si pensamos en los momentos en que visitamos sitios saturados de gente, en horarios a cumplir a la hora de embarcar en el avión, o en cosas que pueden fallar. También la experiencia puede resultar inocua, insulsa, tal vez aburrida, situación que a veces se presenta luego de sacar “la” foto deseada y nada más (¿hace falta sacarle una foto más a la Torre de Pisa, la Torre Eiffel?) solo por el gusto de sumarle un like más a nuestro instragram.

Volvamos a la RECREACIÓN, a Re–Crearnos a nosotros mismos. Esto sucede cuando encontramos el marco adecuado en el cual estén dadas las condiciones de ingresar al SISTEMA MAYOR, que actúa sobre nuestro organismo como catalizador de las energías telúricas y cósmicas que generan la posibilidad de armonizarnos por resonancia.

La Naturaleza es el Sistema Mayor

Este Sistema Mayor es la NATURALEZA. Para ello debemos entregarnos a participar del festival de la BIODIVERSIDAD, que aún se presenta en puntos clave de nuestro hermoso planeta Tierra. Allí nuestro organismo (sistema) ingresa en el medio al cual pertenece y baila en consonancia al viento, los aromas, el agua, los sonidos, los demás seres presentes. Y justamente esto es lo que para mi entender tiene la capacidad de SANAR.

Cuando volvemos a ser plenamente HUMANOS, nos constituimos otra vez como PARTE DE LA NATURALEZA que nos originó como materia y a la cual retornaremos. Es así entonces que el TURISMO puede acompañar el proceso de sanación, al relacionar al VIAJERO con la MADRE nutriente, permitiendo la vinculación emocional y energética, que produce un re–equilibrio en el organismo.

En especial cuando damos con sitios potentes y sanos, que aún existen y debemos cuidar, tales como los Bosques Andino Patagónicos. La forma en que se preserva el ambiente y se genera una actividad adecuada para producir estos efectos, es accediendo con todo respeto, en silencio y en pequeños grupos de personas, que favorezcan el intercambio de sentires, sin distorsionar el momento que cada uno está viviendo.

Turismo Consciente

Desde este punto de vista, el VIAJE transforma tanto a quien toma el servicio como a quien lo brinda. En mi rol profesional, me gusta utilizar 2 conceptos que llevan implícita la idea de lo que pretendo transmitir con estas reflexiones.

Cuando Ecuador desarrolló su campaña de promoción turística basada en el TURISMO CONSCIENTE, propuso que trabajemos en simultáneo con lo que percibe tanto el visitante como el receptor local, buscando un equilibrio, un GANAR – GANAR, no sólo como contraprestación (el cliente paga, el prestador brinda el servicio), sino también buscando que las experiencias de vida se transmitan en ambos sentidos, enriqueciendo al conjunto. Sana quien llega y sana quien vive en el lugar.

Y el otro concepto es el AYNI, vocablo quechua que define lo que en lengua castellana llamaríamos RECIPROCIDAD. Quien vive en estado de ayni, ofrece generosamente a quienes tiene cerca, aquello que conoce, lo que tiene y lo que puede, sabiendo que la VIDA misma se encargará de retribuir y hacerle llegar aquello que pueda requerir, de las mismas personas o de otras (que tal vez hoy ni siquiera conozca).

Justamente esta es una gran lección que nos brinda la Madre Naturaleza, ya que la Biodiversidad es dar, por un lado, confiando en que llegará el nutriente por otro. El ÁRBOL brinda abrigo, sombra y alimento a todos los seres que lo requieran, sin pedir nada a cambio, recibiendo la energía que requiere del sol, el agua y el suelo. Este es el TURISMO SUSTENTABLE que ofrecemos y compartimos. Está en cada uno poder elegirlo.

Bio de Fabián Piqué

Trabaja en Turismo desde hace más de 30 años, es Geógrafo y Coach. Fue Agente de Viajes y se especializó en de Desarrollo Sustentable, desde que decidió cambiar de vida, pero no de profesión, llevando su lugar de residencia de Buenos Aires a Bariloche, en la Patagonia Argentina.

La proximidad con la Naturaleza aceleró la posibilidad de trabajar como Consultor con empresas y emprendedores que buscan desarrollar negocios basados en una Gestión Sustentable, respetando el ambiente y relacionándose positivamente con la comunidad local.

Fue Docente de la Universidad Nacional de Río Negro, trabajó como Capacitador del Ministerio de Turismo de la Nación, viajó por Latinoamérica dando charlas acerca de Argentina, y también es Auditor del Programa de Certificación que valida Hoteles Sustentables en nuestro país.

EL PODER SANADOR DE LA NATURALEZA

Columna de Juan Aubert, en exclusiva para La Angostura Digital. Hoy con la participación del Geógrafo y Coach Fabián Piqué.

Estamos en el Canal de Youtube: Ser Austral Turismo Sustentable

Abrimos este nuevo espacio de comunicación, donde iremos subiendo información acerca de charlas, novedades, conferencias y vídeos en general, que aporten a la gestión sustentable, la promoción de culturas y saberes, y el ayni.

https://www.youtube.com/channel/UCd2s7_Km-czxQf4a1-y_YQA

 

 

 

Entrevista: Qué nos puede aportar el turismo sustentable ante lo que viene

Entrevista de:

Santiago Cravero Igarza  abril 12, 2020

Fabián Piqué hace años trabaja en el sector turístico como consultor, capacitador y auditor. Ha participado en diversos proyectos y programas para organizaciones públicas, privadas, cámaras, Parques Nacionales, y su expertise está en el desarrollo y gestión del turismo sustentable.

El contexto Covid19 y lo que vendrá después, está llevando a expertos a re pensar la actividad post crisis, en la cual además de la recuperación económica, todos esperan un despertar de la consciencia ambiental en los turistas y de operadores y gestores.

Cómo capitalizar las experiencias de situaciones previas, para que nos ayuden a planificar mejor las nuevas formas que tendrá el Turismo desde ahora. Es uno de los planteos que despierta la entrevista a Fabián.

¿Cómo estás viendo esta evolución de los acontecimientos?

Primero que nada, con una sensación de incertidumbre y angustia, que compartimos todos, respecto al alcance global que tomó la pandemia y las consecuencias físicas, psicológicas y de relación que trae estar encerrado en cuarentena. Y si bien la primera mirada está puesta lógicamente en la salud y la economía, con el correr de los días van apareciendo situaciones laterales que empezaron a llamar la atención.

¿Como cuáles?

Desde el punto de vista de lo que es mi profesión, lo primero que me llamó mucho la atención, es que en poco tiempo se reportaron cambios favorables en los ambientes naturales urbanos y semiurbanos, que eran esperables de alcanzar en otras circunstancias, pero que aún no se llegaban a concretar. Espejos de agua, flora y fauna, contaminación ambiental, todo en rápida recuperación según noticias que nos llegan de todo el mundo

Coincidimos en lo extraordinario de la situación entonces

Absolutamente, solo que me hubiera gustado ver esa recuperación de manera gradual, y gracias a la aplicación de una gestión sustentable, que aún no se logra consolidar.

¿Hay experiencias de situaciones similares?

De esta magnitud claramente no, aunque a otro nivel, hemos tenido situaciones comparables en algunos aspectos, relacionados con la incertidumbre, la crisis del sistema económico y el corte abrupto de los tráficos turísticos. Recuerdo en los años 90 la primera aparición del hantavirus en la región norte de Patagonia, y luego en 2011 las cenizas del Caulle-Puyehue, nos llevaron a transitar problemáticas de las cuales salimos adelante como se pudo, con acciones que surgieron desde el Estado y desde los privados.

Salimos y se siguió luego. ¿Con alguna mejora? 

A mi entender, en ambos casos, creo que  dejamos en el camino temas sin resolver que hubieran consolidado el sistema turístico, con el objetivo de ser más eficaces a la hora de gestionar de manera real la sustentabilidad en el territorio.

¿Y ahora?

Ahora estamos ante otra gran oportunidad y es obvio que primero se deben atender los sistemas de salud y la economía en general, pero no podemos esperar a que aparezca una recuperación para luego aplicar planes que algún día nos permitan contar con una región donde el Turismo Sustentable sea de plena aplicación. Podemos actuar ahora y así tener mejores chances de sostener el tejido social, gestando una diferenciación entre el “antes” y el “después” de esta pandemia, que confiamos se revierta en algunos meses.

¿Qué propondrías de tener en cuenta?

Obvio que no creo que nadie tenga una respuesta mágica, pero creo que se puede reflexionar y consensuar sobre algunas tareas que bien se pueden desarrollar ahora, de bajo costo, y donde el know-how y la disponibilidad de recursos tienen más que ver con la experiencia ganada y con planteles disponibles hoy por hoy ya que no tienen a quienes atender, al no haber turistas circulando por nuestras ciudades y Parques Nacionales.

¿Cuáles podrían ser?

Puedo pensar en vos alta y partiendo de mis conocimientos del territorio y basado en mi experiencia de tantos años promoviendo y trabajando en favor de la sustentabilidad diría que los principales aportes podrían venir de estos temas:

  • Información de base de los destinos: muchas veces al visitar localidades turísticas me doy cuenta que faltan datos que ayuden a establecer indicadores. Sería un buen momento para realizar esta tarea. Y de paso ir tomando nota de las capacidades de carga de cada atractivo, producto y excursión, para garantizar una adecuada atención sanitaria del visitante.
  • Se debería identificar y evaluar los lugares donde los futuros visitantes recibirán un servicio sanitario básico, mientras transitan las ciudades, a fin de que perciban una real preocupación del destino ante la necesidad de lavarse las manos mínimamente de forma segura. Hoy casi no contamos con baños públicos de acceso libre.
  • Cuántas veces hablamos en estos tiempos de los beneficios de una economía solidaria y circular, para favorecer a los más vulnerables? Sería entonces un buen momento para gestar una central colaborativa de reservas, que permita armar un “clearing” de disponibilidad en cada destino, posiblemente gestionada desde el organismo de turismo (para garantizar que ingresen los establecimientos  pertinentes). Sería temporaria y comunitaria, que sepa administrar de manera equilibrada las solicitudes de alojamiento que vayan llegando a cada ciudad. Esto permitiría que no haya desbalances fuertes, es decir que sólo se salve el que tiene más recursos o experiencia, dejando atrás a otros, llevándolos a un cierre o quiebra definitiva. Repartiendo las reservas por segmento de categoría y tarifas (previamente consensuadas),  se podría lograr que haya un poco para todos. Si sabemos aprovechar las herramientas tecnológicas con que contamos hoy, creo que es factible. Y sería voluntaria, tanto desde quien ofrezca allí sus camas como de parte de quien viaje, aunque con buena promoción podría cobrar un sentido superior de solidaridad importante ya que de esta forma el que viaja sabría que estaría ayudando al destino.
  • Necesitamos que definitivamente los habitantes de cada uno de nuestros destinos turísticos, se conviertan en verdaderos anfitriones. Y eso se logra solamente cuando cada poblador se apasiona por el lugar en donde vive. Y sabemos que muchas veces  no ocurre dada la imposibilidad de acceder a los atractivos, lo que ocasiona no conocer con qué se dispone, ni la oferta existente para los turistas que llegan a la localidad. Sería un excelente momento para lanzar campañas de difusión y capacitación, pero orientadas al poblador local, es decir lograr que se conozca y aprecie aquello que luego podrían seguramente promocionar.
  • Se van a necesitar todo tipo de protocolos ante la salida de esta situación de pandemia, y cuando lleguen nuevamente los turistas a nuestros destinos, seguramente la mirada estará en cómo se garantiza la situación sanitaria para prevenir contagios (recordemos las campañas de la época del hantavirus). Por consiguiente sería necesario abordar su desarrollo, especialmente para los pequeños y medianos prestadores, que son quienes tienen seguramente un menor acceso a información o experiencia en temas afines.
  • Hay que invertir también en concientizar a los futuros viajeros, debemos contar cada vez más con un turista que a la hora de visitar nuestra región, priorice los valores y patrimonios que queremos preservar, desde una conducción de vehículos más adecuada, la priorización de la compra local, el respeto al orden y limpieza de cada sitio y otras acciones que están englobadas en la concepción que todos conocemos del Viajero Responsable. Le estaríamos hablando al argentino viajando por Argentina, para que cuide las playas que ahora están limpias, los lugares públicos que ahora no tienen basura y mil cosas más.

Conocemos las potencialidades de nuestros profesionales, empresarios, emprendedores, académicos, docentes, funcionarios, sabemos del compromiso que muchos tenemos sobre esta temática, y sumando ideas y criterios, varias de ellas son alcanzables. Es el momento. Y de todos modos, hay que ir en esa dirección, hacia la cual se viene trabajando desde hace años. 

Nos queda ser pacientes y responsables mientras dure la cuarentena, confiar en que esta pandemia, como las anteriores, irá aflojando, y mirar hacia adelante sabiendo que esta vez, no habrá muchas más chances de recuperar la actividad y a la vez cuidar nuestra Casa Común. Y principalmente cuidar y ayudar a quienes habitamos esta maravillosa región. Es el momento, sabemos cómo hacerlo.

 

Conferencia: el cambio de paradigma hacia la sustentabilidad

Semana del Turismo 2019 en la Universidad Blas Pascal de Córdoba

Fui invitado a disertar en Septiembre durante las jornadas que año a año se realizan con motivo de celebrar la Semana del Turismo. Y esta vez compartí mi visión acerca del choque de paradigmas que creo que viven los alumnos que egresan de las carreras universitarias, cuando al salir al mundo laboral se enfrentan a las visiones que predominan en nuestra actual situación del desarrollo turístico: la gestión «tradicional» y la gestión «sustentable» conviven tal y como conviven diferentes generaciones de gestores y actores públicos y privados, que conformamos estar trama social en la que trabajamos y nos desempeñamos socialmente.

PD: alclaro, no soy «Lic.» y pedí que no pusieran eso, sino «sr.» ó en todo caso «prof.» (por profesional), pero así quedo de todos modos…

Adherimos al Pacto Global de la ONU

Para fortalecer el compromiso del sector turístico argentino con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) el Ministerio de Turismo de la Nación realizó la entrega de Certificados a aquellas empresas y organizaciones que conforman la “Comisión Federal del Pacto Global”, promovido por la Organización de Naciones Unidas (ONU). En el marco de la FIT 2017 la Lic. Susana Cafaro del Mintur nos hizo entrega de esta importante distinción.

Participamos del Encuentro «Ideas y Estrategias para el Desarrollo Turístico Sostenible»

El 7 de Junio se realizó en el Hotel Hilton de la ciudad de Buenos Aires este importante evento donde la AHT (Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina) en conjunto con la OMT, el Ministerio de Turismo de la Nación y en Ente de Turismo de CABA, presentaron disertaciones sobre estrategias, promoción y políticas que aportan a la Sustentabilidad.

Por la mañana abrió el encuentro el Ministro Gustavo Santos y a continuación diferentes especialistas y profesionales fueron desarrollando sus ponencias. Por la tarde, en un espacio de Taller, se compartieron diferentes puntos de vista sobre gestión y comunicación para empresas turísticas y Destinos, que enriquecieron a los asistentes a partir de las experiencias que se iban aportando desde cada mesa de trabajo.

La conservación de la naturaleza y el turismo

Impresiones de la VII Feria de Aves y Vida Silvestre

 

Por Fabián Piqué (*)

 

Los tenia a todos allí, sentados delante mío, observando atentos lo que iba a ser mi charla sobre Hoteles Verdes y Sustentables. Estaban todos, o casi. Ambientalistas, guardafaunas, voluntarios, científicos, biólogos, historiadores, guardaparques, guías baqueanos, observadores de aves. Una extraordinaria concentración de conservacionistas, rescatistas de fauna y flora en peligro de extinción, estudiosos de las culturas originarias. Estaban allí, y lo primero que me surgió decirles fue un ¡GRACIAS! Un agradecimiento que me surgió del corazón, así, sin pensarlo, como acto reflejo, producto seguramente de lo que había estado escuchando minutos antes en sus charlas, donde contaban el trabajo que vienen realizando en la revalorización y recuperación del Ivera (como me enseñara a nombrar el amigo Fernando Laprovita) y de tantas otras regiones del país, que se encuentran en constante amenaza por la inconsciencia humana, los intereses personales por sobre los comunitarios, la economía egoísta y el consumismo, la presión demográfica y la falta de planificación.

Ellos vienen trabajando en la reinserción del jaguarete, el rescate del tordo amarillo y tantos otros. Que sería hoy de nosotros, los que trabajamos en pos de un turismo sustentable, si no fuera que ellos están allí en el territorio desde hace años, en defensa de los ambientes naturales y la biodiversidad, el arraigo de las poblaciones originarias y criollas. Que paisajes ofreceríamos, que viajes podríamos brindar…..

Se me presentó la oportunidad de hacer un reconocimiento público hacia quienes colaboran activamente para que hoy tengamos un turismo que puede brindar viajes hacia áreas naturales protegidas, parques y reservas, humedales, pueblos vivos, gente lugareña, culturas ancestrales. Y lo hice.

Y agradecí también el haber podido tener muy cerca en mi camino de aprendizaje a un biólogo de la talla de Eduardo “Edy” Rapoport quien nos dejara el legado de sus investigaciones y el calor de su charla amable, que me enseñara de manera personal el valor de los yuyos silvestres, que a sus ojos y en sus manos se convertían en buenezas comestibles. Agradezco a los organizadores de la feria y recomiendo pasar 3 días en Colonia Pellegrini en el mes de Mayo, para aprovechar este evento, que seguramente colmará las expectativas de quienes quieran descubrir esta hermosa Teko´a, que es “lugar donde vivo, junto al otro”, en guaraní, la aldea comunitaria, nuestra Casa Común.

 

(*) Consultor en Turismo Sustentable