Sanamos viajando ¿O viajamos para sanar?

La necesidad de permanecer en un mismo sitio por mucho tiempo es una de las consecuencias que nos trajo la pandemia, a veces forzados por la situación y a veces como medida autoimpuesta de preservación. Esto nos posiciona en un lugar distinto, ante la idea de volver a viajar, diferente al de épocas pretéritas, ya sea como necesidad imperiosa de volver a encontrarnos con los afectos ahora distantes, sea la de escaparnos de los lugares de aislamiento, o bien para recuperar la salud física y mental, forzada por tanto encierro.

Me resultó llamativa la repercusión que tuvo el artículo anterior al presente, donde proponía vernos como un Sistema dentro de un Sistema Mayor (la Naturaleza) y gracias a los muchos intercambios producidos, me animo ahora a dar un paso más en el análisis e intentar reflexionar sobre nuestra postura como profesionales del Turismo, cuando imaginamos el potencial sanador de los viajes, y del contacto con los espacios naturales.

* Noticia vinculada: https://seraustral.com.ar/2021/05/16/somos-un-sistema-que-forma-parte-de-otro-sistema-mayor/

Entre otros, el mensaje que me enviara el Dr. Roberto Vitale de Bariloche, me alertó sobre lo similar a la visión que él está proponiendo sobre la capacidad de encontrar salud en los cambios de hábitos que debieran llevarnos a vivir en un estado más cercano a los ciclos naturales del organismo (Sugiero leer “Tu salud en tus manos” o ver el video “Los biorritmos y la Naturaleza, su impacto en la vida cotidiana”).

En muchas oportunidades, encontramos propuestas de “turismo de salud”, que incluyen un viaje y estadía, con turnos en diferentes consultorios y agendas previstas que abarcan dietas y ejercicios. Yo llamo a esto, “turismo de tratamientos”. De acuerdo a las definiciones formales que aparecen en la web, el Turismo de Salud es aquel que organiza encuentros con médicos especializados, que permiten acceder al “paciente” a una serie de tratamientos que por una cuestión de precios relativos o prestigio del médico o la institución a la que concurrirá, prefiere hacerlo en un sitio diferente al de su residencia. La pregunta surge de manera obvia.

¿A qué llamamos entonces “Salud”?

A un estado de bienestar natural, carente de desequilibrios que modifique la armonía del organismo, diría yo. Pero si nos guiamos por las definiciones encontradas, “salud” sería lo anhelado por aquel que sufre del desequilibrio o la desarmonía necesaria para una vida plena, y busca en consecuencia un tratamiento a través de un viaje. (Qué es turismo de salud: https://www.turespacio.com/turismo-desalud/)

De ser así, el Turismo que se desarrolla en áreas naturales, y que permite al viajero RE-CONECTAR con su esencia, y equilibrar sus energías, no podría llamarse TURISMO DE SALUD porque carecería de los consabidos turnos y tratamientos. ¡Toda una contradicción!

Traigo esta reflexión para advertir que el poder sanador de la Naturaleza va más allá de la capacidad que tienen las tecnologías de punta o los especialistas en determinadas áreas de la medicina tradicional. En nuestra sociedad occidental buscamos particionar todo lo más posible, para pretender clasificar y ordenar, de allí que en la profesión turística encontramos conceptos como Turismo Cultural, Turismo Gastronómico, Activo y otros. Esto nos verifica la relación con actividades que están relacionadas a los Viajes, y que el Turismo permite potenciar, siendo un vehículo dinamizador.

Necesitamos vivir en SALUD, más que sanarnos,

Y esto se acentúa dentro del actual contexto global, donde transitamos un tiempo que dejará huellas profundas en el cuerpo emocional de la humanidad, donde el inconsciente colectivo registrará el reflejo del encierro y el temor vivido.

Es por ello, que hay que hacer el intento de lograr acceder al conocimiento que ya poseían nuestros ancestros en temas que sabían desde siempre, para que vuelva a nuestro cotidiano andar, permitiendo salirnos del ciclo consumista atado al CRONOS (tiempo cronológico lineal, siempre escaso) y entrando de una vez al ciclo virtuoso y circular del KAIROS (el tiempo real, sincrónico, siempre abundante), que nos dará otra oportunidad de relacionarnos con los elementos que nos rodean y constituyen.

Al caminar por un BOSQUE entramos en contacto con el aire puro, perfumado de esencias. Percibimos el agua nutriente, incluso en la humedad ambiente. Sentimos el calor proporcionado por el sol, que permite la constante RECREACIÓN de los ciclos vitales. Escuchamos los sonidos de seres que habitan el entorno y de ramas y hojas que se mecen con el viento.

Formamos parte de todo eso, estamos constituidos por los mismos elementos y compartimos esta casa común que nos alberga. Nuestra presencia como seres humanos plenos dentro de este contexto debe permitirnos alcanzar la claridad suficiente como para saber que la NATURALEZA, así como nos ayudará a superar estos momentos críticos, nos permitirá encaminar individualmente una RELACIÓN constructiva y positiva, si nos permitimos fluir y dejarnos penetrar por la SABIDURÍA ANCESTRAL que permanece allí en resguardo, disponible para los atentos VIAJEROS que se animen a recuperar MEMORIAS.

Promover estos viajes, que conecten a los ciudadanos urbanos con espacios potentes, prístinos, ricos en biodiversidad, y hacerlo con seguridad, conocimiento y profesionalismo, nos posiciona como vehículos de oportunidades nuevas y nos permite encontrar una actividad que además de ser entretenida, lleva al visitante a enriquecer su experiencia de vida y dar espacios de intercambio que nutren también a quien realiza el servicio. Este es el TURISMO SUSTENTABLE que ofrecemos y compartimos. Está en cada uno poder elegirlo.

Bio

Fabián Piqué Trabaja en Turismo desde hace más de 30 años, es Geógrafo y Coach. Fue Agente de Viajes y se especializó en de Desarrollo Sustentable, desde que decidió cambiar de vida, pero no de profesión, llevando su lugar de residencia de Buenos Aires a Bariloche, en la Patagonia Argentina.

La proximidad con la Naturaleza aceleró la posibilidad de trabajar como Consultor con empresas y emprendedores que buscan desarrollar negocios basados en una Gestión Sustentable, respetando el ambiente y relacionándose positivamente con la comunidad local. Fue Docente de la Universidad Nacional de Río Negro, trabajó como Capacitador del Ministerio de Turismo de la Nación, viajó por Latinoamérica dando charlas acerca de Argentina, y también es Auditor del Programa de Certificación que valida Hoteles Sustentables en nuestro país

EL PODER SANADOR DE LA NATURALEZA

Somos un sistema que forma parte de otro sistema mayor

Un Sistema que forma parte de uno Mayor 

Somos un Sistema, que forma parte de un Sistema Mayor. Nuestro organismo humano es un SISTEMA (*) consciente, tiene una coherencia, una lógica, sobre la que sucede el funcionamiento normal (que llamamos estado de SALUD) siempre y cuando no se vea distorsionada la fluidez, sea por episodios internos o impulsos o factores externos.

La vida cotidiana en ciudades y el alejamiento del estado natural rompe con el ciclo circadiano, que regula nuestro ritmo interno, distorsionando la operatividad eficiente que logramos como especie a lo largo de generaciones. El escaso tiempo dedicado al descanso y la contemplación hace que luego forcemos los procesos respiratorios y digestivos, postergando muchas veces también la actividad física regular, requerida para dinamizar nuestro organismo.

El TURISMO como actividad social y económica, sucede habitualmente durante los períodos dedicados al ocio o las vacaciones. En este caso podemos, elegir quedarnos en casa o viajar, trasladándonos y alojándonos en lugares diferentes al de nuestra residencia. Si hacemos esto, nos convertimos en turistas.

¿Y para qué vamos a otro sitio? A veces para encontrarnos con afectos, familiares, amigos. Para divertirnos, conocer nuevos lugares, o bien para ejercitar la recreación. Justamente esto último es lo que permite relacionar al turismo con la SALUD. Porque RE–CREACIÓN es VOLVER a CREAR.

Pero atención: la sola actividad turística puede ejercer diferentes influencias en quien viaja. Incluso puede sumar situaciones estresantes, si pensamos en los momentos en que visitamos sitios saturados de gente, en horarios a cumplir a la hora de embarcar en el avión, o en cosas que pueden fallar. También la experiencia puede resultar inocua, insulsa, tal vez aburrida, situación que a veces se presenta luego de sacar “la” foto deseada y nada más (¿hace falta sacarle una foto más a la Torre de Pisa, la Torre Eiffel?) solo por el gusto de sumarle un like más a nuestro instragram.

Volvamos a la RECREACIÓN, a Re–Crearnos a nosotros mismos. Esto sucede cuando encontramos el marco adecuado en el cual estén dadas las condiciones de ingresar al SISTEMA MAYOR, que actúa sobre nuestro organismo como catalizador de las energías telúricas y cósmicas que generan la posibilidad de armonizarnos por resonancia.

La Naturaleza es el Sistema Mayor

Este Sistema Mayor es la NATURALEZA. Para ello debemos entregarnos a participar del festival de la BIODIVERSIDAD, que aún se presenta en puntos clave de nuestro hermoso planeta Tierra. Allí nuestro organismo (sistema) ingresa en el medio al cual pertenece y baila en consonancia al viento, los aromas, el agua, los sonidos, los demás seres presentes. Y justamente esto es lo que para mi entender tiene la capacidad de SANAR.

Cuando volvemos a ser plenamente HUMANOS, nos constituimos otra vez como PARTE DE LA NATURALEZA que nos originó como materia y a la cual retornaremos. Es así entonces que el TURISMO puede acompañar el proceso de sanación, al relacionar al VIAJERO con la MADRE nutriente, permitiendo la vinculación emocional y energética, que produce un re–equilibrio en el organismo.

En especial cuando damos con sitios potentes y sanos, que aún existen y debemos cuidar, tales como los Bosques Andino Patagónicos. La forma en que se preserva el ambiente y se genera una actividad adecuada para producir estos efectos, es accediendo con todo respeto, en silencio y en pequeños grupos de personas, que favorezcan el intercambio de sentires, sin distorsionar el momento que cada uno está viviendo.

Turismo Consciente

Desde este punto de vista, el VIAJE transforma tanto a quien toma el servicio como a quien lo brinda. En mi rol profesional, me gusta utilizar 2 conceptos que llevan implícita la idea de lo que pretendo transmitir con estas reflexiones.

Cuando Ecuador desarrolló su campaña de promoción turística basada en el TURISMO CONSCIENTE, propuso que trabajemos en simultáneo con lo que percibe tanto el visitante como el receptor local, buscando un equilibrio, un GANAR – GANAR, no sólo como contraprestación (el cliente paga, el prestador brinda el servicio), sino también buscando que las experiencias de vida se transmitan en ambos sentidos, enriqueciendo al conjunto. Sana quien llega y sana quien vive en el lugar.

Y el otro concepto es el AYNI, vocablo quechua que define lo que en lengua castellana llamaríamos RECIPROCIDAD. Quien vive en estado de ayni, ofrece generosamente a quienes tiene cerca, aquello que conoce, lo que tiene y lo que puede, sabiendo que la VIDA misma se encargará de retribuir y hacerle llegar aquello que pueda requerir, de las mismas personas o de otras (que tal vez hoy ni siquiera conozca).

Justamente esta es una gran lección que nos brinda la Madre Naturaleza, ya que la Biodiversidad es dar, por un lado, confiando en que llegará el nutriente por otro. El ÁRBOL brinda abrigo, sombra y alimento a todos los seres que lo requieran, sin pedir nada a cambio, recibiendo la energía que requiere del sol, el agua y el suelo. Este es el TURISMO SUSTENTABLE que ofrecemos y compartimos. Está en cada uno poder elegirlo.

Bio de Fabián Piqué

Trabaja en Turismo desde hace más de 30 años, es Geógrafo y Coach. Fue Agente de Viajes y se especializó en de Desarrollo Sustentable, desde que decidió cambiar de vida, pero no de profesión, llevando su lugar de residencia de Buenos Aires a Bariloche, en la Patagonia Argentina.

La proximidad con la Naturaleza aceleró la posibilidad de trabajar como Consultor con empresas y emprendedores que buscan desarrollar negocios basados en una Gestión Sustentable, respetando el ambiente y relacionándose positivamente con la comunidad local.

Fue Docente de la Universidad Nacional de Río Negro, trabajó como Capacitador del Ministerio de Turismo de la Nación, viajó por Latinoamérica dando charlas acerca de Argentina, y también es Auditor del Programa de Certificación que valida Hoteles Sustentables en nuestro país.

EL PODER SANADOR DE LA NATURALEZA

Columna de Juan Aubert, en exclusiva para La Angostura Digital. Hoy con la participación del Geógrafo y Coach Fabián Piqué.